Una mirada al pasado

Por: Juan Alberto Sanchez Garcia
Desde el presente echamos una mirada al pasado de esa Grita que se fue, dejando los sabores inolvidables en el paladar de los recuerdos y en el baúl de la memoria, gracias a la magia de la fotografía que cumple su cometido y marca épocas en los gritenses de ayer y de hoy.
Resaltan de esta imagen las recordadas “Cuadras”, amplios terrenos donde pastaba y engordaba el ganado que luego se sacrificaba en la pesa y que serían más tardecito zona de expansión urbana de esa Grita todavía con sabor Colonial, la de cuatro calles y doce carreras, dos templos católicos y cuatro plazas. En estas Cuadras nacería el colegio Santa Rosa de Lima, el hospital San Antonio (hoy nucleo universitario) “el terreno”: estadio deportivo municipal, la bomba de gasolina de Don Ismael Moncada y por los años sesenta el barrio Fátima y el recodo barrio Ajuro, junto a la nueva edificación de la escuela Jauregui de niñas. Y pasaría también en 1967 la avenida Francisco de Cáceres, que le daría a La Grita otros aires urbanísticos y comunicacionales; junto al amplio garage del MOP.
Pero quedaron enclavadas como testigos de un tiempo pasado, la vieja casona que primero sirvió de hospital, luego de escuela Jauregui para niñas y en los años setenta transformada hasta ahora en ancianato. La Estación de servicio de gasolina que para ese entonces estaba estratégicamente ubicada en la entrada y salida de La Grita, y hoy es el terminal de pasajeros; el viejo hospital San Antonio, ocupado actualmente por el núcleo de la universidad Simon Rodriguez y el cuerpo de bomberos; pero además sigue presente el estadio deportivo municipal, de tanto arraigo para los deportistas de esta comarca.
Para un gritense de las viejas generaciones, estar al frente de esta fotografía es simplemente llenarse de recuerdos y extraer de su memoria, vivencias pasadas que seguirán estando presentes en esta película de corto y largo metraje que es la vida.
JASG