
Eterna primavera
Por: Juan Alberto Sánchez García
Estas imágenes, son un eterno y permanente espejo que se observa en La Grita y sus alrededores, y es que fue bendecida la ciudad del Espíritu Santo de un prodigioso clima, donde los extremos del frío y el calor nunca se encuentran, se vive en una eterna primavera sin calor extremo pero tampoco frío.
Esa es una de las bondades con las que cuenta este bucólico pueblo de montaña a 1450 metros de altura, a los pies de los páramos: El Púlpito y El Batallón, pero flanqueada también por La Negra, donde posan los eternos amores y querencias de sus pobladores y de quienes están lejos pero no ausentes.
Toda esta bondad de La Grita, es la que nos obliga a cuidarla y mantenerla, para que siga siendo del disfrute y gozo de las actuales y venideras generaciones; absolutamente ningún argumento aconseja el no hacerlo.JASG