
Creyente de convicción
Por: Juan Alberto Sánchez García
La celebración de la fiesta católica en honor al Santo Cristo de La Grita, nos deja imágenes que se estampan con el tiempo gracias a la bondad de la fotografía. Es cotidiano ese día observar diferentes tipos de manifestaciones, muy respetables por cierto, donde el feligrés acude ante la imagen del Cristo Redentor, para agradecer un favor concedido o para suplicarle algún pedimento.
De este calor humano y expresión corporal de fe, se llena La Grita el 6 de agosto de cada año, bien sea en el santuario, en la procesión o en la basílica, domicilio permanente del Santo Cristo; cualquier lugar y momento es propicio para rendir tributo a ese Cristo que desde niños se lleva en la memoria y en la creencia, infundado por los padres que le comparten a su familia esta manifestación de fe.
Aquí está este campesino con su mirada fija y su convicción espiritual, sin aspavientos ni posturas falsas y sin que nada lo distraiga en su íntima conversación con ese peregrino de fe, cuyo rostro sereno le anima a seguir adelante en la lucha diaria, sin desmayar para conseguir el fin último de bienestar y prosperidad.
JASG