El Pimiento de El Cobre
Juan Alberto Sánchez García
Juan Rodríguez Suarez, remonta el páramo El Zumbador en el estado Táchira, y comienza a desprenderse montaña abajo hasta llegar a un esplendoroso valle donde habitaban un grupo de aborígenes, eso ocurría exactamente un 24 de agosto de 1558, justamente el día de San Bartolomé, por lo que bautizó este valle con el nombre de San Bartolomé.
Estuvo Juan Rodríguez Suarez unos tres días en este lugar de San Bartolomé, combatiendo a los aborígenes que no lo dejaban seguir su camino y apertrechándose rumbo a su destino final que era la encomienda que lo traía por estas tierras: fundar a Mérida, la que mas tarde sería llamada «La Ciudad de los caballeros» la de «las siete águilas blancas» de Don Tulio Febres Cordero.
Queda el valle apacible de San Bartolomé estampado para siempre como lugar de paso obligado, pues era el camino Real o Camino de Los Españoles. Al regresar de Mérida Juan Rodríguez Suarez, una vez cumplida su misión, los acompañantes españoles Esteban Ramírez y Marcos Pérez, deciden quedarse anclados para siempre aquí en San Bartolomé, como colonizadores y escribanos.
Eligen cada uno organizarse familiarmente casándose con bellas indias del lugar, comienzan a hacer vida pública apoyando la organización, el ordenamiento y trazado del valle de San Bartolomé, despertando más tarde en el pequeño poblado el afán por las minas de cobre; acontecimiento que marcó en tal forma a la comunidad, pasando a nombrársele por siempre: El Cobre.
Estaban demarcando Esteban Ramírez y Marcos Pérez, lo que más tarde sería el pueblo de El Cobre, y justamente habían definido la plaza mayor que estaría al frente de una pequeña capilla que veneraba a la virgen de El Carmen, cuando se aparece un marchante de hablar raro y a quien poco se le entendía en su dialecto, les ofreció que al regresar de Mérida a donde se dirigía a vender mercancias, le dejaría a este incipiente pueblo un regalo eterno.
La gente quedó intrigada por tal ofrecimiento del «musiú» y efectivamente a su paso nuevamente por aquí camino a Santafé de Bogotá, les dejó como regalo una pequeña plántula que sembraron en la plazuela, les pidió encarecidamente que la cuidaran y que era un árbol de «Pimiento»
No hay exactitud o precisión con relación a la fecha de su siembra, pero el cronista de San Bartolomé de El Cobre, Sr. Eliseo Zambrano, aduce que fue entre 1670 y 1700, cuando este hoy frondoso árbol de Pimienta fue plantado para siempre y que poco o ningún valor simbólico le hemos dado en la comunidad y en el estado Táchira, por todo por el desconocimiento de la historia local.
Somos indiferentes frente a este monumento natural «El Pimiento», recuerdo histórico – natural, que adorna la hoy plaza Dr. José María Vargas a 1820 metros de altura, en toda la cabecera del Cobre, que es lugar obligado de paso por la calle Bolívar o calle principal, para quienes transitan por la carretera Trasandina rumbo a San Cristóbal o cualquier otro destino.
En 1994, el entonces Ministerio del Ambiente y de Los Recursos Naturales Renovables (MARNR), le hizo una evaluación dendrocronológica al Pimiento, estimando para el momento una edad aproximada de 420 años de sembrado.
De manera que hoy en 2017 estamos hablando de 443 años de vida y frondosidad del Pimiento del Musiú, en el valle de San Bartolomé de El Cobre.
Al Pimiento del Cobre le hace falta mantenimiento, sobre todo que los especialistas en la materia le hagan una poda y un tratamiento fitosanitario que le permita alargar sus años de vida.
Esto sucede en todas las narices de la municipalidad, que a pesar de estar ubicada al frente de la plaza del pimiento, los munícipes poca o ninguna atención le brindan a este emblema y patrimonio de los Cobrenses.
Fuente consultada
Conversación con Eliseo Zambrano. Cronista de El Cobre
Corpoandes Táchira Dossier Municipal 2013
JASGenero2017