Por: Juan Alberto Sanchez Garcia
Tienda Clausurada
No aparece aviso alguno del organismo encargado de recaudar los impuestos en el pueblo, que en letras rojas sobre fondo blanco diga “CLAUSURADO” fue el inexorable tiempo el encargado de cerrar esta tienda de pueblo hasta casi literalmente demolerla y dejarla al descubierto.
Cuantas ñapas se pedirían aquí luego de haber batallado en la casa con los otros hermanos para ir a hacer el mandado? Cuantos rial y cuartillo se compraría de arroz, panela, avena y fideos La Campana y pare de contar? Cuanto medios (0,25centimos de bolívar) de jabón las llaves se vendería ahí al detal, picado en pedazos magistralmente cortados con una pita Santander? Cuantos litros de kerosen distribuiría esta tiendita? Y los deliciosos posicles de coco y queso refrigerados en la nevera a kerosen a donde irían a parar? Los cigarrillos Piel Roja, Fortuna, Alas qué se harían? Ah y los saltapericos en la época decembria? En fin cuantos recuerdos nos pueden invadir al ver esta grafica?
El tiempo no perdona, nos da juventud, belleza, alegrías, tristezas y llega el dia en que actúa para detener los hechos y cerrar los ciclos; así sucede aquí, hoy vemos lo que en otrora fuera una tienda alegre, concurrida, con abundancia de víveres, vendiendo al fiao y al contado, que ha terminado su ciclo, los 34 compartimientos de madera que guardaron y mostraron los potes de sardina, jabón, leche, galletas saltines, diablitos malta, entre muchos otros; la puerta que ahí esta y que daba a la casona principal cerró un día y esperan muy pronto ofrecer su último, servicio, el que seguramente será, servir de leña para el hoy revivido fogón.
JASGnov2017