Una joya en el olvido

Hotel La Montaña
Por: Juan Alberto Sánchez García
Los gritenses, caracterizados siempre por ser soñadores y emprendedores, decidieron un buen día, quizá al brío generado por unos miches caricuaneros, o unos pasteles, almojábanas, quesadillas y chicha, llevar adelante la construcción de un hotel, que estuviera en la montaña que rodeaba a La Grita.
Y qué mejor lugar se pudo escoger que estuviera enclavado a los dos mil metros de altura en la comunidad de “Campo Alegre”; y así fue, dicho y hecho, se constituyó una compañía anónima con accionistas que hicieron los aportes, para ver cumplido ese sueño que era casi una quimera.
El ingeniero civil gritense, José Ángel García Duque, fue el artífice de la obra que a satisfacción se inauguró el 22 de julio de 1967, teniendo como diseñador y arquitecto al otro gritense de Guachara Fruto Vivas, quien puso todo el empeño para ver hecha realidad su obra.
Ha corrido muchísima agua por el puente con este hotel de montaña La Grita, al que se etiquetó un eslogan que aprendieron y leyeron unas cuantas generaciones: “UN PARAISO PARA VOLVER” el que ha sido para La Grita otro icono de orgullo e identificación.
Hace una semana tuvimos la oportunidad de visitarlo y comprobar que se encuentra en términos generales bien cuidado, eso nos anima y reconforta, porque no todo está perdido, y que con un poco de interés y deseos, La Grita puede volver a contar con su hotel insigne abierto al público.
Es una obligación legal y moral de las autoridades municipales devolverle a La Grita y a sus pobladores este patrimonio que significa progreso y bienestar para su gente. Es cuestión de interés y apego a lo nuestro, lo único que puede hacer posible que este hotel de Montaña pueda volver a abrir sus puertas.
No nos embarga absolutamente ningún tipo de interés en establecer responsabilidades – que las hay – por el cierre del hotel, que lleva tantos años sin operar, solo aspiramos a verlo reactivado bajo cualquier forma comercial y económica, donde todos salgan ganando, debe ser un negocio donde se conjugue la palabra “ganar- ganar”.
Segurísimos estamos que si las autoridades municipales actuales, le ponen cariño y empeño a buscarle soluciones a los inconvenientes que pueda tener, se las encontrarán si priva la fe y el optimismo de que es posible, y así más temprano que tarde el pueblo de La Grita verá nuevamente su hotel convertido en un paraíso para volver.
JASG20noviembre2019