Ramón Otilio Sánchez

Y es de La Grita

Ramón Otilio Sánchez

Por: Juan Alberto Sánchez García

Nace en El Salaíto sector El Pinar vía Venegara un 13 de diciembre de 1933, en esa Venezuela rural y gomecísta. Hoy cuenta con 85 años y como es lógico  hay cosas que no recuerda bien pero tiene a pesar de ello una excelente memoria, que le va hilvanando la información que me ofreció en su casa de la carrera 4 entre calles uno y dos, en compañía de dos de sus hijos y nietos.

IMG_0368 copia

Desde temprana edad se vienen a La Grita junto con su mamá que tenía una quincalla en el mercado municipal, corría el año 43 y con 9 años de edad se inicia como monaguillo en La iglesia Matriz del espíritu Santo,  vinculo que conservó con la iglesia por más de 50 años,  pues fue sacristán, obrero, caporal de las obras de remodelación que se le hicieron a la iglesia en esos tiempos, por eso conoció a los curas  párrocos de este templo desde Maximiliano Escalante hasta Raúl Méndez Moncada, con quienes trabajó directamente en los menesteres de la iglesia.

Luego se inició como vendedor de   estampitas, escapularios, camándulas, novenas, santos, velas y prendas (milagros) para pagar promesas y en su época llegó a venderlas hasta  de oro y plata, las que guardaba celosamente en su bolsillo; con la particularidad que el padre Méndez Moncada – me permitió tener la venta dentro de la iglesia   al lado de donde está la imagen de Santa Lucía y hacia mi ventica diaria, además que oía todas las misas, con eso saqué  los hijos adelante -. Cree uno,  que Ramón Otilio pudiera tener aquí en La Grita un record oyendo misas durante los seis días de la semana y sin descanso por más de 50 años.

El 13 de diciembre de 1951, llegó como cura párroco a La Iglesia Matriz del Espíritu Santo, Raúl Méndez Moncada, quien lo sustituyó de sacristán y lo encargo como obrero de todo el mantenimiento del templo y luego fue uno de los obreros de confianza y clave en la construcción de la actual capilla donde reposa la imagen del Cristo de La Grita.

Ramón Otilio fue un hombre inquieto que le sacó provecho a su juventud, nunca se achicopaló ni se dejó vencer por las dificultades, se fue a Caracas, trabajó un tiempo, no le gusto ese bullicio de ciudad y de tanta gente, por eso retorna a La Grita y sigue en sus actividades que desde monaguillo había aprendido.

IMG_0359copia

Tenía la curiosidad y el gusto por la música, por lo que un día se acercó a sede de la banda municipal, que estaba por la carrera cinco más allá de la policía, como quien va pa´ la calle uno,  – hablé con el director para que me enseñara música y entré a formar parte de la banda –  como en efecto sucedió, le vieron aptitudes musicales y embocadura muy buena para tocar el instrumento  Yeni, y ese fue su compañero por más de treinta años que estuvo en La Banda Municipal Dr. Ramón Vera G.

De la pasantía por  La Banda municipal en 30 largos años, recuerda a Carlitos Ostos, Pedro Salcedo, Julio Mora, quien llegó a ser director de la banda, Los hermanos Orozco de Aguadias: Ceferino, Clemente y Francisco, el negro Alfonso Saavedra, Varguitas, Rubén Duque, Juan Moreno – mira fijamente la foto de los músicos de la banda y repasa uno por uno sus nombres, y comenta – ahí estoy tocando el Yeni, de pie, soy el cuarto de izquierda a derecha a mi lado Ceferino Orozco, recuerdo que ganábamos 30 bolos mensuales, ensayábamos tres veces por semana y tocábamos en la plaza todos los domingos a las 7 de la noche  –  además la banda participaba en todos los actos público y patrios que convocaba la municipalidad.

A pesar de los años conserva el ánimo de muchacho y me comenta con sonrisa picaresca, que cuando tocaban los domingos en la retreta, al tiempo del descanso, unos se iban para el bar El Torbes y Otros para La Copa Ideal, ahí se tomaban un roncito o un miche claro, todo dependía de cómo anduviera el bolsillo.

Al terminar la retreta montaban los instrumentos y atriles en el carro de Juan Moreno y el wolvaguito de Carlitos Ostos  – nos íbamos a la carrera tres entre calles uno y dos, a tomarnos los michitos  con tranquilidad y sin la responsabilidad de tener que tocar.

Hace treinta años le entregó el timón de la venta de estampas y demás, a su hijo Juan Alberto Sánchez, quien ha seguido llevando adelante este negocio, y es por cierto todo un personaje, del que hablaremos pronto, un conocedor por tres lustros de todos los movimientos en la plaza de Bolívar y en la hoy Basílica Menor; qué sucede en esta plaza Mayor que el conversador y jovial vendedor de estampitas no lo sepa.

Ramón Otilio, cumplirá en diciembre 85 años, vive en su casita de la carrera 4 muy cerca de la plaza de Bolívar y de la Basílica Menor del espíritu Santo, su eterna compañera, la que no deja de visitar todos los días para  rendirle tributo de fe a la imagen venerada del Cristo. Todavía con sus años acuesta, acompaña la procesión del Santo Cristo el  6 de agosto  y con tono vigoroso nos dice – vamos siempre a los actos del Santo Cristo en agosto, hasta que el cuerpo aguante –

IMG_0362copia

De esa manada de músicos como el mismo Ramón Otilio nos lo comenta – solo quedamos vivos Francisco Orozco y yo –  han pasado unas cuantas generaciones de músicos y directores por esta banda de música, que han sembrado historia local útil y necesaria conocer, y contar todavía con la suerte de tener actores de primera línea como Ramón Otilio Sánchez, otro gritense que ha marcado huella en su pueblo.

©jasgMarzo2018

2 Comentarios Agrega el tuyo

  1. Hilarión Pulido dice:

    Saludos Juan como te dije, muy bueno el tema de Ramón Sánchez y la fotos especialmente la de la Banda de Antaño, yo le tengo mucho cariño

  2. Hilarión Pulido dice:

    Saludos Juan como te dije, muy bueno el tema de Ramón Sánchez y la fotos especialmente la de la Banda de Antaño, yo le tengo mucho cariño

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s