Pedro «bejuco» Mora

IMG_0648

Pelotero en su tierra

Pedro “bejuco” Mora

Por: Juan Alberto Sánchez García

Pedro Mora Contreras nace en 1950 en la callejuela cinco, casi llegando a la esquina “tres vientos”, en un hogar de seis hermanos, cuatro varones y dos hembras, que un día formaron Pedro Mora, venido del pueblo de  Pregonero y Luisa Contreras, Griteña  de la aldea Aguas Caliente.

El viejo Pedro llega a La Grita por los años cuarenta, era un hombre zarco,  flaco, alto, espigado de ojos claros, que muy rápidamente le colocaron el remoquete de “bejuco”, lo que también le transmitió a su hijo que desde niño lo marcaron en el barrio Fátima a donde llegaron a vivir por los años sesenta, como Pedro “bejuco” Mora.

Pedro “bejuco” tenía muy cerca de su casa, a media cuadra, el estadio municipal de La Grita,  a donde religiosamente acudía después de las cuatro de la tarde, al salir del grupo escolar Padre Maya, y encontrarse con sus amigos de infancia para jugar béisbol con pelota de caucho, guante de lona y alpargatas.

A todas estas, La Grita vivía la efervescencia del béisbol clase A, que representaba la divisa Jaureguina de “Los Aliados” con jugadores gritenses estrellas como  Víctor “nigua” Ramirez,  Andrés “chupa piedra” Díaz, el caballo Galavis, Paco Garavito, Ramón Rey, Enrique Méndez “el catire Luciano” Francisco Isturiz, Silvio Mora, Juan García, venido de San Cristóbal, y Encarnación Rodríguez, quien hacia el trabajo de entrenador y manager.

Los encuentros deportivos los sábados y domingos entre Los Aliados, Los Pericos de Seboruco, los Leones de La Fría y Garzas de Colón, eran un acontecimiento deportivo que llenaba de colorido el estadio García de Hevia y sus alrededores, además de contar con la transmisión que hacían por parlantes “El Pirulo” Pernía y Alberto Avendaño, con la voz comercial de José Alberto Velazco, terminaban de colorear el espectáculo del béisbol en La Grita, los fines de semana.

“Bejuco” era un constante visitante del estadio y aprendió a jugar, se inició en el  béisbol con pelota de goma y en alpargatas, mostrando condiciones excepcionales del buen jugador como pitcher y bateador, en las caimaneras de juego de pelota de  adolescentes que no pasaban de los doce años, y que se realizaban en el estadio cuando no estaba ocupado por Los Aliados, el cuartel o el liceo militar.

Asi fue creciendo deportivamente este larguirucho Pedro bejuco, quien a la sazón fue visto por Encarnación Rodríguez, insigne pelotero llegado a La Grita en los años cincuenta como jugador de “Los Titanes”, y convertido luego en el entrenador de béisbol del Liceo Militar Jauregui. Encarnación, lo descubre como pelotero de goma y alpargata, lo entrena y a los 14 años Pedro Bejuco, cambia las alpargatas  por los espains, asi escuchaba uno que  llamaban esos zapatos de jugar beisbol, que tenían una planta con ganchos de metal y que  mas bien parecían peligrosos para jugar.

IMG-20180910-WA0015 (2)

Debuta como pitcher en el  equipo juvenil del Liceo Militar Jauregui sin ser alumno del liceo, siendo todo un éxito y un prospecto, por eso jugó en forma consecutiva nueve años en los campeonatos juveniles, representando la divisa del liceo militar, ocupando las posiciones de pitcher y segunda  base, dirigido por su descubridor y mentor, Encarnación Rodríguez.

Llegó un momento, dice Pedro Bejuco, entre risa y picardía, que estaba pasado de edad para jugar en el béisbol juvenil y Encarnación,  arreglaba con la gente de “Identificación” la cedula de identidad  – por eso fue que pude jugar como juvenil nueve años en forma consecutiva –  recuerda que los únicos gritenses que jugaban en el juvenil de la divisa del liceo militar eran Mario “Aguaje” Carrero, extraordinario cátcher y él. En otra oportunidad se presentó un inconveniente y a Pedro bejuco le colocaron un uniforme como alumno del Liceo Militar – me sentía incómodo con esa ropa, pero había que responderle y obedecerle las órdenes a Encarnación Rodríguez -.

Pedro bejuco, fue un pelotero muy reconocido por la calidad y estampa que tenía; recuerda con risa que estaban jugando en un campeonato Nacional Juvenil cuya sede fue en la isla de Margarita, pichaba y  Mario aguaje le quechaba , le iban ganado a Distrito Federal y por dos errores de Mario, perdieron el juego y el campeonato – fue muy triste ese momento, pero esas cosas lo ayudan a uno a formarse con temple y seriedad, Encarnación nos consoló en el regreso y recuerdo clarito cuando nos dijo: “carajitos” otro dia será…..! -.

Encarnación y bejuco no podían ya seguir escondiendo la edad, por eso después de esos gloriosos nueve años como juvenil, salta directamente a jugar pelota en el béisbol doble A que en el estado Táchira era de muy buena calidad. Debuta en 1973 con la divisa recién reactivada y rescatada de  Titanes de La Grita en la categoría doble A.

Pero un buen día un señor que trabajaba en el Fonaiap lo vió jugando en el estadio de La Concordia en San Cristóbal y le ofreció llevárselo para Maracay a que entrenara en la escuela de béisbol de Los Tigres de Aragua, allá llegó, recuerda que habían unos 160 chamos entrenando para ganarse un puesto, pero Bejuco tenía que caminar diariamente como 12 kilómetros ida y vuelta, desde donde vivía hasta el estadio, además la comida y dormida eran un poco deficiente, no tenía dinero y también lo acosaba el calor de Maracay y los recuerdos de su novia Josefina Mora, con quien luego se casa y tienen cuatro hijos. Sin embargo se aguantó un tiempo y jugó doble A con el MOP de Maracay y un equipo de La Victoria y le pagaban como obrero del MOP. Pero no se mantuvo mas y se  vino; jugó con el equipo doble A de la policía del estado, reforzó en una oportunidad al América de Michelena y concluyó en 1975 jugando con Titanes, dirigido por el capitán Ramón Albino  Navas, que trabajaba en el cuartel de La Grita.

Con Titanes, Pedro bejuco, participa activamente en los campeonatos estadales de béisbol doble A y en  1976 quedan campeones, 1977 y 1978 sub campeones, al lado de sus compañeros que siempre recuerda como los estelares pitchers Luis “Sacristán” y Buenaventura “Turra” García, mientras él jugaba la primera base y bateaba de quinto, junto a  Jesús María Santana Burguillo quien alineaba  el campo corto y era tremendo cuarto bate.

En la Grita no se podía jugar béisbol doble A porque el estadio no tenía las medidas reglamentarias, eso causaba mucho problema por las pelotas que botaban para las casas de barrio “ajuro” y no las querían devolver, a veces se paralizaba el juego hasta que devolvían la pelota.

Fueron desapareciendo las personas y grupos que apoyaban económicamente a Titanes, Bejuco fue avanzando en edad, además le picó el gusanillo de la política, siendo concejal suplente en un periodo, en el  que por cierto no lo dejaron incorporar a ninguna sesión;  en la siguiente elección salió electo como concejal, pero dice que fue una mediana experiencia y él no estaba preparado para ese mundo.

Siguió junto a Josefina, su esposa, levantando sus cuatro muchachos hasta que los convirtieron en profesionales – hoy todos los tenemos afuera del país – mientras ellos siguen aquí en su pueblo y con su gente.

Bejuco, jugó y todavía juega caimaneras de  softbol aquí en La Grita con los jugadores que quedaron de Los Aliados y aficionados al deporte, vieron nacer el nuevo estadio en La Cuarta, que lleva el nombre de Encarnación Rodríguez, y que al decir de Pedro Bejuco es un tremendo estadio lo que hoy tiene La Grita.

– Recuerdo con tristeza la oportunidad que perdió La Grita de tener una academia de béisbol del equipo de Grandes Ligas Los Dogers de Los Ángeles, para lo cual vino a La Grita a hacer diligencias Victor Davalillo y le impresionó contar en la provincia con un estadio de esta categoría y la calidad de vida de La Grita y la bondad de los Gritenses, lo que daba por hecho que el Táchira tendría esta academia de béisbol y sería La Grita la cuna, eso nos alegró mucho a nosotros, pero no pudieron llegar a un acuerdo con el alcalde de ese momento y se vio frustrada otra esperanza para nuestro pueblo de deportistas –

Por Encarnación Rodríguez guarda Pedro bejuco un inmenso recuerdo de aprecio, cariño  y respeto y lo define como su otro papá que tuvo en esta vida. Encarnación fue un hombre muy respetuoso con sus discípulos, comprensivo  y amigo – nos enseñaba con cariño y esmero las técnicas y los secretos del arte del béisbol, tal como él lo aprendió –

JASGsept2019

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s