En La Grita

Colegio Seminario Sagrado Corazón de Jesús
Por: Juan Alberto Sánchez García
En la mente e iniciativa del octavo obispo de Mérida Monseñor Juan Hilario Boset, siempre estuvo presente la idea de crear en La Grita un colegio. Cuando trajo a La Grita en 1872 en visita pastoral al imberbe recién ordenado sacerdote, el presbítero Jesús Manuel Jáuregui Moreno en calidad de secretario privado, se lo hizo saber.
Años después y ya muerto Boset, Jáuregui Moreno llega a La Grita el 6 de agosto de 1883 como vicario, comenzando su trabajo creador, cuando el 10 de enero de 1884 funda e inicia actividades el colegio seminario Sagrado Corazón de Jesús; de eso hace 137 años, y todavía sigue el sonido de trompeta recordando tal acontecimiento de trascendental importancia para La Grita. Razón tuvo el historiador Lucas Guillermo Castillo Lara, cuando en su magistral libro sobre La Grita “una ciudad que grita su silencio” catalogó al colegio Sagrado Corazón de Jesús, como “la empresa intelectual mas importante en el occidente venezolano de finales del siglo XIX y principios del XX”.
El colegio nació en esta esquina (ver imagen) de la carrera 6 con calle 3 justamente en pleno centro de la ciudad del Espíritu Santo de La Grita, la casa era propiedad del señor José de Jesús Gandica, oriundo de Cúcuta y asentado para siempre en este pueblo.
Aquí tenia Don José de Jesús Gandica su casa de habitación y el local de la “Botica San José” primera farmacia que existió en La Grita y que fundó en 1854, con apoyo de los alemanes radicados en Cúcuta y dedicados a este ramo comercial de las medicinas.
Y como se dice en criollo, ni corto ni perezoso, Don Pepe Gandica, cedió su casa para que empezara esta empresa intelectual conocida como colegio Sagrado Corazón de Jesús, que llegó a constituirse también en seminario, y que todavía sigue brindando la savia del conocimiento a los griteños y venidos de otras latitudes.
El presbítero Jesús Manuel Jáuregui Moreno, siguió fortaleciendo este colegio que mas tarde se trasladó a la sede que hoy conocemos y sobre la que trataremos en otra entrega.
Acá donde se inició el colegio fue una bonita casona que casi colindaba con lo que hoy es el mercado municipal, y aquí nacieron y vivieron Los Moncada, familia laboriosa y trabajadora que marcó huella con Don Ismael Moncada a la cabeza, hombre fundador de la bomba de gasolina al pie del estadio en “El Terreno” y con otros emprendedores, las primeras empresas de transportes públicos, una vez que por aquí pasó la carretera Trasandina en 1925.
Generaciones mas recientes conocieron esta esquina con un local que atendía José Moncada, hermano de Ismael, donde se degustaba y saboreaban dulces famosos y además vendía algunas imágenes de santos, hombre dedicado a la elaboración de exquisitos dulces y dedicado también a las actividades religiosas de la iglesia Matriz del Espíritu Santo; hasta que muere y luego se transforma en varios locales comerciales como la conocemos actualmente.
De manera que en esta esquina se comenzó un trabajo intelectual que a pesar de los años continua su rumbo al frente de la plaza de Los Ángeles (hoy plaza Jáuregui) donde no ha dejado de laborar apoyado de la mano de la diócesis del Táchira, Avec y la vicaria de la de la Basílica Menor.
Fuentes consultadas:
- Castillo Lara Lucas Guillermo. La Grita una ciudad que grita su silencio. BATT Nº160 Caracas 1998.
- J. Edmundo Vivas. Apuntes históricos. Imprenta del Estado San Cristóbal 1942
- Lupi Orozco Domingo Enrique. Apuntes gritenses. OCI Caracas 1976
- Méndez Moreno Ricardo. Testimonios orales. 2021.
- Suarez Gerardo, E. Entre Paramos. Vida y obra del Padre Escalante. Arquidiócesis de Mérida. Archivo Arquidiocesano. Mérida 2008